Un mes más, desde AECEM te contamos todas las novedades económicas recogidas por la CEOE en el panorama económico de marzo. En este podemos observar el cambio de escenario económico global que se ha generado a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, afectando a multitud de ámbitos.
Informe de la CEOE: Panorama Internacional
La invasión rusa de Ucrania presiona al alza la inflación y daña el crecimiento mundial, mientras los bancos centrales endurecen su política monetaria. Esta nueva situación tendrá repercusiones adicionales sobre la inflación, que persistirá durante más tiempo en niveles elevados, y sobre el crecimiento a nivel global, que se resentirá, principalmente en Europa.
La guerra en Ucrania y las sanciones posteriores están derivando en aumentos muy notables de los precios de los productos energéticos y algunas materias primas. Además, se producirán sensibles cambios en las relaciones comerciales a nivel mundial.
La OCDE apunta que las consecuencias de la guerra conllevarán una merma en el crecimiento mundial de casi 1,1 puntos, mientras que la inflación aumentará en casi 2,5 puntos. La Comisión Europea ha señalado que las previsiones de crecimiento del 4,0% para el presente año ya no son válidas y que deberán revisarse a la baja. Y el Banco Central Europeo propuso una previsión en base a tres escenarios, según el avance del conflicto.
En cuanto a las consecuencias de la guerra en Ucrania, el aumento de los precios de la energía no favorece el crecimiento. Además, las relaciones comerciales entre Rusia y China no se van a resentir. De hecho, el país asiático puede terminar absorbiendo buena parte de las menores ventas de Rusia a Europa.
Informe de la CEOE: Economía Española
La guerra entre Rusia y Ucrania está afectando a la economía española, a través de un aumento de la incertidumbre, de subidas adicionales de los costes y de la inflación, algunos de ellos en máximos históricos, y previsiblemente un menor crecimiento del PIB.
Aunque es muy difícil cuantificar el impacto real del conflicto en cada una de las magnitudes económicas, no cabe duda de que el escenario económico que se dibuja para 2022 se caracteriza, en cierto modo, por la vuelta de los “viejos” desequilibrios macroeconómicos (elevada inflación, posible déficit en la cuenta corriente). A estos hay que añadir aquellos que todavía no se habían corregido (altos niveles de déficit público, deuda pública y tasa de desempleo).
La OCDE ha señalado que España se encuentra entre los países menos expuestos de Europa al conflicto.
Demanda y actividad
En el inicio de 2022 ya se preveía un primer trimestre de desaceleración debido a los factores que venían limitando la actividad desde finales del pasado ejercicio. Además, el estallido de la guerra en Ucrania ha supuesto un factor de riesgo adicional, que se configura como el más preocupante para el año en curso.
Entre los efectos derivados del conflicto que se están observando se encuentra, fundamentalmente, un aumento adicional de los precios energéticos, que ya estaban creciendo a ritmos muy notables. Este incremento de los costes energéticos está teniendo tanto impacto en determinadas actividades económicas que para algunas resulta casi inviable su funcionamiento normal. Está provocando, incluso, la paralización de determinados centros productivos.
En los primeros meses de 2022 se espera que el consumo de las familias continúe avanzando, si bien la elevada inflación supondrá cierto lastre al reducir la capacidad de compra.
Mercado laboral
En los primeros meses de 2022, la creación de empleo ha perdido intensidad frente al dinamismo que se observó en 2021. Se aprecia cierta normalización en el comportamiento del mercado laboral, según la evolución de la afiliación la Seguridad Social. Los factores previos que invitaban a la cautela sobre su comportamiento eran una recuperación desigual por sectores, una cifra elevada de parados, un colectivo de más de 100.000 trabajadores en ERTE y la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia. A ellos se ha unido ahora el impacto que pueda tener el conflicto en Ucrania sobre la economía y el mercado laboral en nuestro país.
Al inicio del año, las perspectivas apuntaban a una creación menos intensa del empleo en 2022. Tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, CEOE ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico y de empleo.
Las primeras estimaciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones apuntan a un incremento en marzo de la afiliación corregida de variaciones estacionales de 30.520 personas, continuando así la desaceleración de la creación de empleo (en términos corregidos) de los últimos meses.
Según estimaciones del departamento de Economía de CEOE, el balance del empleo en el primer trimestre de 2022 será positivo. Sin embargo, la creación de empleo será significativamente menos intensa que en el cuarto trimestre de 2021. En concreto, se estima que la afiliación efectiva (descontando ERTE) corregida de estacionalidad aumentará en torno a un 1,1% intertrimestral en el primer trimestre, prácticamente la mitad del incremento del 2,1% registrado en el cuarto trimestre del año pasado.
Inflación
En febrero, la inflación repuntó de nuevo hasta el 7,6%, la tasa más elevada desde diciembre de 1986. El encarecimiento de los productos energéticos continúa siendo el principal elemento alcista. En este dato de IPC continúa existiendo un significativo componente de “efecto base”, ya que en febrero de 2021 la inflación fue nula (0,0%).
La inflación subyacente aumenta seis décimas, situando su tasa de variación en el 3,0% interanual en febrero, más de 4 puntos y medio por debajo del IPC general.
En este año, la inflación se verá muy condicionada por la evolución y duración del conflicto entre Rusia y Ucrania. Esta, junto a las sanciones económicas impuestas a Rusia, pueden repercutir significativamente sobre el precio de algunas materias primas como gas, petróleo, cereales o aceites. A ello se unen factores que ya impulsaban la inflación: los efectos base de la pandemia, las dificultades de aprovisionamiento o el intenso crecimiento de los precios de algunos bienes intermedios. Todo ello, mantendrá elevada la inflación los próximos meses, pero se espera que vayan remitiendo en intensidad al final del año.
Sector Público
Hasta finales de noviembre, el déficit del agregado de Administraciones Públicas sin incluir la Administración Local ha sido inferior en un 37,9% al del mismo periodo de 2020. En términos de la ratio de déficit sobre PIB se sitúa en el -4,6%, significativamente por debajo del mismo periodo del año anterior (-8,0% del PIB). En 2021, el déficit público podría cerrar en el entorno del -7% del PIB.
El conjunto de los gastos muestra cierta contención, con un crecimiento del 2,7%. Según la IGAE, el gasto asociado a la COVID-19 se sitúa en el entorno de los 28.000 millones a finales de noviembre de 2021, lo que implica un descenso de algo más del 25,0% respecto al mismo periodo de 2020. Entre los gastos que suben cabe destacar los consumos intermedios (5,8%), en donde se incluye las vacunas, la remuneración de los asalariados (5,7%) y también la Formación Bruta de Capital fijo (11,1%).
Consulta el Informe de la CEOE Panorama Económico de Marzo de 2022 completo pinchando aquí.