Transformar la cultura de una organización no es una tarea sencilla. Las personas necesitamos tiempo para reemplazar los viejos hábitos y creencias por los nuevos que nos impulsarán a un nuevo nivel de rendimiento. La clave para implementar una cultura de alto rendimiento está en la eficacia y gestión de la organización, mejorando la productividad y competitividad de la asesoría o despachos profesional. Por ello, desde AECEM, junto con Método Consolida, lanzamos un curso enfocado en metodologías ágiles en el despacho.
La organización del trabajo, procesos y metodologías ágiles en el despacho
El mayor reto que los expertos se encuentran en el proceso de crecimiento de una asesoría se encuentra en la organización del trabajo. Para transformar una asesoría en un sistema de alto rendimiento serán clave estos aspectos:
- Una adecuada asignación de funciones.
- El óptimo reparto de tareas entre los miembros del equipo.
- Una unificación de procesos.
Podríamos decir que los procesos se convierten en los cimientos del cambio de una organización. Y, la metodología, en cómo llevarlos a cabo para conseguir nuestros objetivos.
Metodologías ágiles en el despacho, ¿por qué son clave para el crecimiento?
Una metodología es un conjunto de reglas y herramientas que me permiten aterrizar los procesos en la vida real, repartiendo adecuadamente los esfuerzos entre cada uno de los miembros del equipo. Además, permite saber cómo ajustar a cada situación y cliente esa definición teórica e ideal que hacen los procesos.
Por lo tanto, una metodología:
- Permite aterrizar los procesos en el día a día.
- Permite asegurar un reparto equilibrado de los esfuerzos entre todos los miembros del equipo.
- Proporciona información operativa objetiva sobre cuál es el nivel de eficacia, desempeño y capacidad resolutiva de cada uno de los miembros del sistema.
Metodologías ágiles vs predictivas
A la hora de organizar el trabajo existen dos grandes movimientos: las metodologías predictivas y las metodologías ágiles.
Metodologías predictivas
Estructuran en torno a una organización secuencial del trabajo donde, en forma de cascada, unas actividades van sucediéndose a otras hasta alcanzar el objetivo del proyecto. Estas se basan en una elevada rigidez en la planificación, tanto en el corto como en el largo plazo. Esto fuerza a los equipos a mantener una constante lucha contra el presupuesto y el tiempo.
Metodologías ágiles
Estas estructuran el trabajo en torno al ciclo PDCA o ciclo de Deming. Se basan en dividir una planificación larga en partes más pequeñas y consiguiendo una mayor flexibilidad en el largo plazo. Además, incorporan la mejora continua como parte final del ciclo. De esta manera, se reduce la probabilidad de acabar en catarsis gracias a la incorporación constante de pequeñas mejoras prácticas en los equipos y procesos de trabajo.
Diferencias entre metodologías
En una gestión de proyectos predictiva tenemos un objetivo o alcance fijo y tratamos de estimar el coste y el proceso completo de trabajo, confiando que sucederán los mínimos imprevistos posibles.
Sin embargo, en una gestión ágil se da por hecho que los imprevistos aparecerán y son bienvenidos. Es el propio equipo el que se auto-organiza y aprende en cada iteración para alcanzar el mejor resultado posible. De esta manera, el coste (recursos disponibles) y el proceso (iteraciones) son fijos y el alcance variable. Esto significa que se llega lo más lejos que se puede, cumpliendo con el estándar de calidad, con lo que se sabe y se tiene en el momento.
Álvaro Martínez, de Método Consolida, reconoce que para saber cómo organizar el trabajo en una asesoría, «nuestra propuesta es emplear una adaptación especializada en asesorías de la metodología ágil SCRUM».
Por todo lo mencionado, desde AECEM animamos a todos los asociados a comenzar a transformar la asesoría en un sistema de alto rendimiento. La clave está en la productividad. ¡Inscríbete en la formación presencial que hemos preparado para gerentes y propietarios de asesorías fiscal, laboral y contable! Con este curso de plazas limitadas, podrás conseguir las herramientas y estrategias que te permitan incorporar en tu asesoría una cultura y sistema organizativo de alto rendimiento.