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Cada vez más, vemos como la administración va incorporando nuevas regulaciones, de diferentes tipos, para las empresas. Ante ello, estas se ven obligadas a informarse sobre las mismas y cumplirlas para evitar ser sancionadas o sufrir cualquier crisis reputacional. Las oficinas y despachos profesionales, como empresas que son, deben cumplir con ciertas normativas específicas, además de poder incorporar otras opcionales. Para facilitar esta tarea, desde AECEM se puso en marcha el servicio de Vigilancia Normativa para la asesoría. Hablamos con Rafael Suñer, asociado de la entidad y CEO SG Vigilancia Normativa, para conocer más sobre el mismo.
Vigilancia Normativa para la asesoría: normativas que afectan al sector de asesorías y despachos profesionales
Hay tres normativas que cualquier asesor de empresa debe saber que tiene que cumplir por el mero hecho de ofrecer un servicio de asesoría.
Según Suñer, la primera, y más conocida por todos, es la referente a la protección de datos de carácter personal (L.O. 3/2018 LOPDGDD). “Esta norma lleva asociadas otras menos conocidas como la de garantías en los derechos digitales de nuestros trabajadores”.
La segunda regulación y que más repercusión mediática está teniendo estos días es la referente a la protección de la libertad sexual de los trabajadores (L.O. 3/17 de igualdad sexual). Esta lleva asociada la creación, anualmente, de un registro retributivo por sexos.
Y, por supuesto, el asesor no puede dejar de cumplir la ley de prevención de blanqueo de capitales (Ley 10/10 de PBC). Esta lleva asociada la implantación de un Canal de Denuncias. Los requisitos están expuestos en la Ley 2/23 de protección al informante.
Implicaciones aparejadas a las normativas legales para el sector
Para Suñer las normativas son muy importantes por lo que su recomendación es poner el foco en la ejecución real de las mismas. Recuerda el experto que no basta con poner en marcha los protocolos obligados en cada norma, sino que es igualmente importante mantener revisiones continuas de estas. “Cada año crecen las sanciones a entidades que iniciaron un proceso de cumplimiento legal pero no lo mantuvieron actualizado”.
Un buen ejemplo es la prevención del blanqueo de capitales. Suñer insiste en la obligatoriedad de la formación anual, que permite a los receptores de esta formación conocer en detalle cada una de las obligaciones en esta materia.
Lo mismo sucede con las implicaciones de las nuevas normativas sobre las ya implantadas en la empresa. “La nueva normativa del cambio de jornada laboral a 37,5 horas semanales, anuncia cambios en el sistema de fichaje (control horario) y nuevas adaptaciones en las garantías de derechos digitales a las que tendremos que estar muy atentos”, nos avanza Suñer.
Normativas adicionales a las obligaciones legales
El compliance penal es, sin duda, la normativa “no obligatoria” sobre la que mayor atención deberían poner los profesionales del sector de asesorías y despachos profesionales. Esto es así porque “cada vez más, en los casos penales por delitos económicos, los jueces están llamando a capítulo a los asesores de empresa” asegura Suñer. Y, esto está generando a su vez que los asesores pasen a ser considerados parte de las actuaciones y corresponsables de las actuaciones o delitos cometidos por sus clientes.
Es importante recordar que, aunque sí existe un seguro de responsabilidad civil para el asesor, no hay un seguro para las resoluciones penales. Por ello, hay que tener un sistema de compliance activo y este debe revisarse puntual y periódicamente. Suñer resume: “este sistema es nuestro mejor y único escudo ante posibles situaciones penales adversas”.
Vigilancia Normativa para la asesoría: estar al día con las normativas legales como empresa
Las asesorías y despachos profesionales, como empresas que son, están afectadas por las mismas normativas que deben cumplir el resto de compañías de nuestro tejido empresarial. Según Suñer, “los asesores y despachos deben dar ejemplo y ayudar a sus clientes a cumplir con ciertas normativas”.
Desde AECEM se recuerda a los profesionales del sector la necesidad que tienen los despachos y asesorías de nuestro país de dar de alta a un representante de la empresa ante el SEPLAC.
El cumplimiento normativo, bien entendido, es como un seguro que permite al empresario estar tranquilo en los buenos tiempos y bien cubiertos cuando llegan los problemas reales.
El compromiso de AECEM es tal con el cumplimiento de estas normativas que el seguimiento y cumplimiento por parte de nuestros asociados es obligatorio. Y, por ello, se realizan auditorias periódicas y apoyo en la implantación, seguimiento y actualización de estas a través del servicio de vigilancia normativa.