AECEM te acerca las novedades económicas recogidas por la CEOE en su informe del panorama económico de abril. En este se destaca la revisión a la baja del FMI del crecimiento mundial y al alza la inflación por los efectos de la guerra en Ucrania, aunque la institución prevé un descenso en la segunda mitad del año.
Informe de la CEOE: Panorama Internacional
La guerra en Ucrania sigue marcando el contexto internacional y ha agudizado las presiones inflacionistas existentes, encareciendo muchas materias primas, sobre todo, energéticas, metales y alimentos.
Otro punto importante ha sido la pandemia sanitaria, destacándose el confinamiento de gran parte de la población de China, lo que ha provocado importantes cuellos de botella en las cadenas de producción y distribución a nivel global.
Ambos factores han afectado y el FMI informó que su previsiones de crecimiento a nivel mundial son del 3,6%, tanto para 2022 como para 2023. Además, comunicó una contracción del PIB del -35% en Ucrania y un retroceso de la economía en Rusia de un -8,5%.
La buena noticia es que se espera una mejoría en cuanto a los precios de las materias primas, a medida que se vaya produciendo una progresiva corrección de los desajustes y se reduzca la escasez de suministros. El FMI estima que la inflación se mantendrá elevada más tiempo que el previsto anteriormente y que en 2022 aumentará en 1,8 puntos adicionales en las economías avanzadas y en 2,8 puntos adicionales en los mercados emergentes. La evolución de la pandemia y de la guerra afectarán a estas previsiones.
Los PMI del mes de marzo comienzan a recoger la mayor debilidad de la economía mundial, aunque con asimetría entre regiones.
En definitiva, la inflación es una de las mayores preocupaciones en el momento actual. Ante este aumento, los principales bancos centrales están endureciendo sus políticas monetarias. Muestra de ello es que la Reserva Federal subió tipos en marzo y seguirá haciéndolo en sus próximas reuniones para cerrar el año próximo al 2%. Por su parte, el BCE reiteró su reunión de terminar su programa de compra de bonos en el tercer trimestre y realizar la primera subida de tipos en julio.
Informe de la CEOE: Economía Española
Los precios de la energía han continuado su escalada alcista y las alteraciones de las cadenas globales de valor tampoco se están corrigiendo. Por ello, las perspectivas de crecimiento se están revisando a la baja, situando el aumento del PIB entre el 4% y 5% para 2022.
El Banco de España estima una tasa del IPC medio del 7,5%, mientras el FMI tan solo del 5,3%. Por su parte, la CEOE prevé una tasa algo por debajo del 7% en media para 2022. Por su parte, para el próximo año, hay más consenso y el IPC convergerá en media hacia el 2% (incluso algunas instituciones apuntan a tasas alrededor del 1%).
Demanda y actividad
Se podría decir que el primer trimestre se ha visto afectado por la sexta ola, el aumento de la inflación y el impacto de la guerra. Todos estos factores han tenido efecto sobre la economía y el crecimiento esperado para este año.
Aunque las previsiones de febrero eran más optimistas, el estallido de la guerra afectó al nivel de confianza de los consumidores, el comercio minorista y la industria. También los PMI de servicios, que habían aumentado significativamente en el mes de febrero, han vuelto a caer.
Con respecto al consumo de las familias se detectó un dinamismo notable en el primer trimestre del año, si bien la elevada inflación habría lastrado su avance en términos reales.
Desde el punto de vista del sector exterior, la información disponible para el periodo enero-febrero muestra una evolución mucho más dinámica de las importaciones de bienes sobre la de las exportaciones en términos nominales, debido al incremento de precios de las importaciones.
Mercado laboral
En el primer trimestre de 2022, la creación de empleo ha sido menos intensa en comparación con el notable dinamismo mostrado en 2021. Esta normalización del mercado laboral arroja datos favorables, aunque no sorprendentes como lo que ocurrió en algunos meses de 2021, con fuertes incrementos superiores a los observados en años previos a la pandemia.
Los próximos meses estarán marcados por la cautela en relación con el mercado laboral. A pesar de los resultados favorables de marzo, todavía permanecen en paro más de tres millones de personas y alrededor de 100.000 trabajadores siguen en situación de ERTE, aunque la cifra volvió a descender en marzo, e incluso a mayor ritmo que en los tres meses precedentes.
La evolución del empleo este año vendrá marcada por la gran incertidumbre existente y los riesgos a la baja para el crecimiento del PIB. A pesar de ello, parece que el empleo no se ha visto afectado en marzo por el impacto de la guerra en Ucrania,
La afiliación a la Seguridad Social aumenta un 3,0% en marzo con respecto a los niveles de febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia El paro registrado ha mostrado una evolución menos favorable en marzo.
Es de destacar que continúa el buen comportamiento de la contratación indefinida, que representa el 30,7% del total de contratos realizados en marzo, cifra que supone un máximo histórico.
Inflación
En marzo, la inflación repuntó de nuevo hasta el 9,8%, la tasa más elevada desde mayo de 1985.
Según el informe, “la inflación subyacente aumenta cuatro décimas, situando su tasa de variación en el 3,4% interanual en marzo, situándose más de 6 puntos por debajo del IPC general, lo que estaría reflejando el esfuerzo del tejido productivo para no repercutir todo el aumento de costes en sus precios finales de bienes y servicios”.
Por su parte, los precios de los alimentos sin elaboración aumentaron en 1,7 puntos su tasa de variación interanual hasta el 6,7% y los precios de los productos energéticos alcanzaron una tasa interanual del 60,9% en marzo, impulsados por el alza del precio de las materias primas energéticas.
Sector Público
El sector público ha corregido su déficit de manera notable en 2021. Así, la ratio de déficit sobre PIB se sitúa en el -6,9%, frente al -10,3% de 2020. No obstante, sigue siendo un desequilibrio fiscal abultado que debe reconducirse para reducir nuestros elevados niveles de deuda pública, que se situaron en el 118,4% del PIB a finales de 2021, y nuestro déficit estructural, en el entorno del -4,5% del PIB, según las estimaciones de la Comisión Europea.
En el análisis de los diferentes niveles de la Administración Pública, cabe señalar que todos han reducido su desequilibrio fiscal en 2021.
La información adelantada del Estado en términos de contabilidad nacional de la ejecución presupuestaria hasta febrero de 2022 sigue apuntando a una continuidad en la reducción del déficit público respecto a 2021.
Consulta el Informe de la CEOE Panorama Económico de Abril de 2022 completo pinchando aquí.